Notas de Viaje (12)

Escucha el latido del corazón, agrietando la quietud de lo eterno, como el perseverante tic-tac de un reloj que corre en cuenta regresiva hacia el momento en que el Gran Gigante que nos sueña despierte de su eónico descanso. Rápida e implacablemente, los rieles nos conducen, como víctimas inevitables de la gravedad, hacia el punto de no retorno, allí en donde el fin se funde con el origen, y el paisaje finalmente se desvanece.

Pensar que solíamos matar el tiempo, como si en verdad hubiera tiempo que matar.


(Notas de Tripulante)