Notas de viaje (15)


Majestuosos truenos descendieron de los cielos, como trompetas negras, himnos de los ejércitos de tinieblas [...]

Sobre nosotros, la tormenta avanzaba en su curso implacable, como emperadora de los cielos; y a medida que seguiamos nuestra marcha poco a poco sus ecos oscuros comenzaron a quedar atrás.
Recuerdo que por largo tiempo nuestros ojos se mantuvieron cerrados, nuestros puños siguieron apretados, y nuestros sentidos se conservaron en alerta, porque aún en la bruma de lo que parecía ser calma escuchábamos sus ecos distantes.


Ahora provenían de lejos. Sucedían esporádicamente. Y aún así llegaban y nos lastimaban.


(Notas de Tripulante)



Notas de viaje (14)

El llanto frío de los metales reverbera en el abismo de la noche, como el clamor desolado de un espíritu del camino, mientras corremos en el silencio del desierto. Somos conscientes de que nos siguen sombras tenebrosas, más oscuras que esta oscuridad; quizás sean vestigios errantes de aquellos viajeros que quedaron a mitad del camino:

Bienvenidas sean.

Aún cuando su visita sea fugaz como los relámpagos en la noche.


(Notas de Tripulante)



Notas de viaje (13)



Las nubes tormentosas se postraban en el horizonte a medida que nos adentrábamos en lo que sería el viaje más oscuro de nuestra historia. Si alguien hubiese podido frenar la máquina en ese momento, no hubiera dudado en hacerlo. Yo mismo habría ayudado. Pero el tiempo es una marcha incesante que fluye siempre hacia adelante; no conoce marcha atrás, y quienes viajamos en él sólo podemos observar hacia atrás en nostalgia para divisar el pasado como un paisaje distante que se torna cada vez más desvaneciente en nuestra memoria.
Temo que no queda más remedio que apretar los dientes y aferrarse fuerte a la armadura de la nave; que su marcha no se detenga, que nada en el mundo permita que te sueltes de ella; que el destino sea amable y que lo que sea que encontremos adelante nos encuentre listos.

Mientras todo alrededor se oscurece, el horizonte se pierde en la lejanía y la tormenta poderosa nos abraza y envuelve entre sus voces de truenos terribles, observamos hacia atrás el último vestigio de día, el último rayo de luz que acaricia melancólicamente a nuestra carrocería, porque sabemos que esta noche será larga, y oscura como nunca antes.

(Notas de Tripulante)

Notas de Viaje (12)

Escucha el latido del corazón, agrietando la quietud de lo eterno, como el perseverante tic-tac de un reloj que corre en cuenta regresiva hacia el momento en que el Gran Gigante que nos sueña despierte de su eónico descanso. Rápida e implacablemente, los rieles nos conducen, como víctimas inevitables de la gravedad, hacia el punto de no retorno, allí en donde el fin se funde con el origen, y el paisaje finalmente se desvanece.

Pensar que solíamos matar el tiempo, como si en verdad hubiera tiempo que matar.


(Notas de Tripulante)


Notas de Viaje (11)

Allí, en el inmenso silencio de las estrellas; en el temible abrazo gélido de las montañas, o en la dulce melodía de una mirada profunda que observa un alma; allí decantan los pasos del caminante que no conoce el Tiempo.

Un Tripulante persigue ese rastro durante su viaje, quizás durante toda su vida, porque sabe que debe caminar cien veces sobre cada una de sus huellas, antes de llegar a conocerse a sí mismo.


(Notas de Tripulante)